sábado, 27 de septiembre de 2008

Variación De-Tras

A Múriel, inevitablemente y a Herson reinvencionalmente.

La etcétera pequeña tras la noche
corrompe un suspiro que se rompe
anota su voz con el arpegio
-mi nota del piélago hialino-
y entra dejando este vibrante:
una
una brisa que abrasa
un cielo
el cielo
un vaso que abraza el agua
ésta lo desborda
cómo lo liquida
cómo hasta lo abrasa
líquidamente tú y yo
-te y -me se compenetran.

Tras la... (silencio) pequeña,
nochecobija mía se asoma
ojos perplejos al abismo de otros
silencio que en miradas se penetran.
Ojos que las dicen
del todo son suspiro.

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