martes, 13 de enero de 2009

I. Esta era tu casa...

La puerta del 318 de Avenue du Mail se cierra, y la voz de Muriel recordándome que en Ginebra se oscurece a las 5: 30 o 6:00 de la tarde eso se vuelve eco en mi cabeza, en mi mano derecha un mapa y el color azul de la tinta sobre la ruta para la misión: Encontrar la casa de Juan Almela. Bajo las escaleras y salgo a a calle, el frío comienza notarlo mi cara, se endurece, la apaciguo con un cigarro y camino, un poco de hielo sobre el asfalto, y en mi cabeza la duda sobre dónde tengo que girar, qué camino será el mejor para llegar, en el mapa sugiere con todo el conocimiento de la permanencia, llagar hasta el Pont des Acacias y girar a la derecha, hasta ahora nada fuera de lo común, gente caminando, señales de transito que son respetadas, tranvías, autobuses, autos, mi cigarro se ha terminado, nada que estuviera fuera de la agenda o que mereciera un memorándum, o quizá sí, unas aves negras que graznan feo y en aumento, lo estético no siempre es bello. Giro a la derecha, tratando de adivinar donde están los pasos infantiles que Almela hizo en esta ciudad, comienza el Rodano en mi vista, la Quai Ernest Ansermet, y mis pasos son paralelos al río hay menos gente cada vez, a mi derecha algunos troncos caídos que decoran el agua con tonos grisáceos y verdosos como a incertidumbre, la hojarasca se pierde entre algunos rastros de nieve o trozos de hielo es mejor decir, el sonido que mi peso produce sobre la nieve, crash, crash, un sonido que de buenas a primeras me cae mal al oído, pero que ahora convino, paso en la nieve crash, paso en el asfalto pbub, paso sobre tierra cough, crash, pbub, crash, caugh, acentos prosódicos de mis pasos, hasta que las frases que venia mis pasos articulado se ven destrozados por una melodía de violines a mi izquierda la pista de patinaje sobre hielo y varias ninas que giran y giran sin pensar demasiado en al musica y en las miradas de extranos, las dejo de mirar y sigo. La calle vacia, sólo unos unos cuantos autos y un andador helado entre muros con grafitis y el Rodano.