martes, 13 de enero de 2009
I. Esta era tu casa...
miércoles, 31 de diciembre de 2008
duda
porque aún nacen de la mirada
y los abismos de la ignorancia balbucean
y el dedo entre los labios cae en la duda
y los brazos encrucijan la espera
y los rechinidos de la ausencia reclaman
porque se siguen apareciendo de la mirada
y no hay ceguera que pueda con cada uno de mis recuerdos
tuyos
martes, 23 de diciembre de 2008
MERCI?
Pensba en eso cuando entonces alguien llega al hotel, escucho la voz de Muriel hablando de cantidades y dias de la semana, de repente en el pasillo que no es muy grande, aparece un hombre renco hablando por telefono celular y mirando con duda de inspector a todos lados, una chamarra bombacha de piel, y sus manos dentro de las bolsas me recuedan el frio que hace allá afuera; especulo que el hombre es frances por lo que alcanzao a escuchar de la conversación telefónica, llega hasta la sala donde leo, y comineza a desenrrollar la serie de foquitos electricos del árbol de navidad artificial que adornaba la sala frente a mi, comineza por la punta, e inicia mi risa interna tambien a desdoblarse, una suerte de malabarismo, el pie derecho torpe o inmovible se clava en la alfombra para no perder el equilibrio, al inicio lo logra, pero como no deja de atender llamada por celular sólo utiliza una mano, sesquimalabarismo, yo aplaudo y espaculo: quiza es el administrador, o es un trabajador de limpieza, o alguien que decido que la navidad había acabado tres dias antes. Él mientras tanto coninua por la parte baja del árbol haciendo formas corporales que no podria yo imitar, se tambalea y dos esferas comienzan a decolorar la escena ahora es un tanto trágico, el hombre está en el suelo en cuclillas, hablando por celular aún y liberando los foquitos uno a uno de las ramas artificiales, perece que se va a caer pero logra el equlibrio, un tirón más y ya estara libre la serie, se pone de pie lentamente gira para darle la espalda al árbol despojado y al mover su ancla, su pie, le provoca un desequilibrio que la gravedad lo arrojaría de espaldas hacia el arbolito, aqui no especulo y me lanzo pues estaba a unos metros de él, y lo tomo del brazo y evito el espectaculo, no se cayó pero estuvo muy cerca, el cojo malabarista me gradece-merci, merci- escucho en un francés que parece balbuceo, no respondo nada y regreso a mi asiento, mi buena obra del día, pienso satisfecho; el renco ahora camina por la sala y mira lo cosas que hay muy a la mano, ahora lo sé, mi perspicacia es avasalladora lo he descubierto?, un ladron malabarista. Por lo tanto ahora finjo leer y le sigo con la mirada, él ahora un poco intimidado me da la espalda para lograr esconder su botín, no es el único robo ahora alcanzo a otear. Segunda parada, qué hacer, pienso un poco y decido esperar a que salga.
Mientras tanto ya ha llegado el reemplazo de Muriel, el renco huye ahora tomando dulces de la recepción, es tambien el momento justo de preguntarle a Muriel sobre el renco, la respuesta es que ni ella ni su suplente lo conocen, mi sospecha es cierta, por lo tanto le explico a Muriel lo que he visto y ella a su vez le explica al suplente, un negro alto e impactante, él me pide más detalles, regresamos a la escena del crimen, reconstruyo la historia como me he aprendido de los peritos mexicanos, el negro sale a la busqueda del malabraista, yo lo sigo, salgo dle hotel miro hacia todos lados pero lo pierdo de vista y regreso, Muriel me dice que no es la primera vez que roban así, yo le digo que quiza es la primera vez que veo un grinch en vivo y en directo, el supente negro regresa con el botín recuperado y con una sonrisa en la cara, me da la mano, le tomo la mano, él dice: Merci. Yo asiento. Mi segunda buena obra del día. Salimos del hotel, y en el tranvia le platico con más detallles a Muriel sobre mi proeza, ya en la casa imito el malabar, por supuesto inimitable, pero ella rie y aplude irónica, yo sólo digo: Merci.
viernes, 19 de diciembre de 2008
dia y noche en Ginebra
dentro la habitación que es una cama
respiran los golpeteos de todas las madrugadas
y en medio de la plaza
las ginebrinas calles están fuera de sí,y mis pasos extranjeros cascanuezan las baldosas
una ave toda negra acarrea la bienvenida
a graznidos de campanas
a aleteos que tintinean,
quién se esconde en las aristas de cada ventana encerrada?
nunca en el paso de su imagen
nunca en las plazas desiertas
nunca en las alas de cisnes
nunca en badajos de campanas
en cada nube del ocaso
la habitación que es una hamaca
respiran aspiraciones de todas las madrugadas.
jueves, 18 de diciembre de 2008
L'etabli
lunes, 15 de diciembre de 2008
todo tiene un comienzo
martes, 18 de noviembre de 2008
de regreso.
se detiene
resquebraja aquel espacio oscuro que la tinta olvida
en el trazo
ya no escribes desde hace tiempo
desde hace espacio
desde hace frío
desde hace niebla en la cabeza
desde el recuerdo agusanado
en la esquina,
o mejor omitido donde da vuelta la calle y no regresa:
un limosnero con la cara limpia y un reloj amarillo
su dedo señala la hora con insistencia
lo que parecía un verso libre
está en la mazmorra de la luz que no cae
aunque no escribes
alguien lo hace por ti
desde hace tiempo, y casi a diario.